Mesa de noticias Denuncias Eventos Ecotemas Inicio Anterior Siguiente FUNAM es una Organización No Gubernamental (ONG) dedicada a unir personas e instituciones para un desarrollo sostenible. La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) tiene status consultivo ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC). FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas.

FUNAM es una de las instituciones invitadas para exponer en la consulta pública sobre el impacto ambiental de las papeleras. Disertarán en Buenos Aires Raúl Montenegro por Funam, Carlos Villalonga por Greenpeace, y Santiago Reyna por la Universidad Nacional de Córdoba. La audiencia pública es convocada por la Corporación Financiera Internacional (CFI). Funam solicitará formalmente que no se construyan las papeleras en la costa del río Uruguay. El Dr. Raúl Montenegro indicó que las obras "son ilegales" y que las evaluaciones de impacto ambiental "son incompletas y con vacíos inaceptables". Durante la audiencia pública de Buenos Aires Montenegro expondrá los once puntos que avalan el pedido de no construcción. Córdoba y Buenos Aires, enero 15 de 2006.- La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), una organización miembro de la RENACE (Red Nacional de Acción Ecologista), fue invitada a disertar en la consulta pública que se realizará mañana en la ciudad de Buenos Aires para analizar los estudios de impacto ambiental de las dos papeleras que quieren instalarse en Fray bentos, Uruguay (Botnia y Ence). Entre los expositores principales se cuentan el Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM y premio Nóbel Alternativo 2004; el Ing. y Dr. Santiago Reyna, de la Universidad Nacional de Córdoba, y Carlos Villalonga de Greenpeace. La audiencia es organizada por la Corporación Financiera Internacional (CFI), que ya concretó esta semana una audiencia similar en el Uruguay. El Dr. Raúl Montenegro indicó que expondrá "los once argumentos que tornan ilegal e inviable la construcción de las dos plantas de celulosa en la costa del río Uruguay". Sostuvo que las obras y las empresas responsables "violan el Estatuto del Río Uruguay de 1975". Indicó que esta violación "ya viene desde el año 2002, cuando el Banco Interamericano de Desarrollo le aprobó a ENCE de España un crédito para la construcción del puerto de M'Bopicua". Montenegro indicó que las empresas "no efectuaron una evaluación completa y seria del impacto ambiental combinado de ambas plantas. Botnia y ENCE no consideraron que sus impactos ambientales negativos se suman, y que se agregan además a los contaminantes ya existente en los ríos, el suelo y la atmósfera. En los ríos Las Cañas y Los Perros, por ejemplo, se midieron valores superiores a lo permitido para cromo, zinc, cobre, hierro, fósforo y amoníaco". El presidente de FUNAM, Raúl Montenegro, indicó que para analizar la contaminación del aire "las empresas no evaluaron las inversiones térmicas de superficie, que concentran las descargas contaminantes", y que los datos de vientos presentados en el borrador de impacto "desconocieron las mediciones del Servicio Meteorológico Nacional, donde los vientos del Nordeste al Sudeste, que podrían traer los contaminantes de las plantas de celulosa, representaron en Gualeguaychú el 33,8% de todos los vientos para el período 2001-2005. Haber ignorado estos datos es sospechoso, pero además invalida las conclusiones a las que llegaron Botnia y ENCE". Montenegro agregó que las empresas "mostraron un curioso desconocimiento sobre los cócteles de contaminantes. Las empresas analizaron listas incompletas de contaminantes del aire, suelo y agua, pero además olvidaron considerar que actúan conjuntamente sobre las personas y el ambiente". Enfatizó además que "no se estimaron las descargas de dioxinas, furanos y cloraminas, pese a que muchas de estas sustancias tienen en común, por ejemplo, la capacidad de alterar el sistema hormonal de las personas. La dioxina TCDD, por otra parte, es clasificada como un cancerígeno humano cierto por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, IARC". Otro de los aspectos que analiza FUNAM en su documento presentado a la CFI es la falta de evaluación del impacto que provocan 210.000 hectáreas plantadas con eucaliptos. "Estas plantaciones hacen que los suelos pierdan gran cantidad de agua y distorsionan la cantidad disponible de agua subterránea", indicó Montenegro. Agregó que ambas plantas consumirán por año "más de 5 millones de metros cúbicos de rollizos de eucaliptos" y que en las plantaciones quedará "una cantidad similar de restos no utilizados que descargarán dióxido de carbono y metano al aire, dos gases que aumentan el efecto invernadero". (*) Foto: Gentileza Diario Página 12.

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